El betta o luchador del Siam (Betta splendens) es una de las especies más populares entre los peces de agua dulce. Es un miembro de la familia gourami (familia Osphronemidae) del orden de los Perciformes, aunque fue clasificado entre los Anabantidae. Es nativo de la cuenca Mekong en el sureste de Asia.
La coloración natural del B. splendens es un verde y marrón embotado, y las aletas de especímenes salvajes son relativamente cortas. Sin embargo, las castas en cautiverio han desarrollado las aletas largas y de colores vistosos.
En libertad, los peces siameses habitan el agua estancada o con movimiento lento, que incluyen planicies inundadas y arrozales, a temperaturas que están en el rango de 24–30°C (75–86°F). Son omnívoros aunque prefieren alimentarse como carnívoros, alimentandose con alimento vivo como zooplancton y larvas de mosquitos y otros insectos. Los B. Splendens crecen a un tamaño aproximado de 6 cm (2,5 pulgadas) y tienen un período de vida de aproximadamente 2 años.
Los peces siameses o combatientes del siam, se suelen denominar simplemente (aunque algo impreciso) por su nombre genérico, que en este caso se trata como un nombre común ("betta").
Comportamiento
Los comportamientos instintivos y adquiridos del B. splendens han sido ampliamente estudiados. Sus características respuestas agresivas pueden ser observadas al exponerlos a su propio reflejo en un espejo situado fuera del acuario. La capacidad de tornarse agresivos de esta manera, sin arriesgarse a un daño físico inherente a un conflicto real, convirtió a estos peces en populares objetos de estudio de etólogos y psicólogos comparativos interesados en el estudio de la agresión. Durante la década de los 70 se desarrolló una corriente de investigación del comportamiento agresivo de este pez, reducida recientemente, en parte por el surgimiento de nuevas técnicas de estudio de la agresión por parte de la sociobiología, y en parte porque se observó que, aun cuando no se provocaron daños histológicos, el incitar repetidamente respuestas agresivas podía tornarse en una fuente de tensión para los peces. Aun así, se obtuvieron resultados interesantes; por ejemplo, se demostró que la presentación de un estímulo de incitación a la agresión actúa como un estímulo incondicional en el condicionamiento clásico, y como un reforzamiento en el condicionamiento operante. Es como si el pez encontrara la oportunidad de atacar a otro pez presa.
En el acuario
Debido a los bellos colores y su fina estructura, los peces siameses peleadores son populares en los acuarios. En países asiáticos se han utilizado en deportes similares a las peleas de gallos, donde es necesario tener peces de aletas cortas. Pero en la actualidad, debido a una crianza selectiva, no es algo fuera de lo normal ver a machos con una variedad de colores y con diferentes formas de aleta. Los especímenes de B. splendens son criados con diversas formas de cola que varían desde la cola tipo vela hasta la muy deseada variedad con colas tipo "media luna" de 180°, donde aun poseen una gran gama de colores: veteado, camboyano, mariposa, y chocolate son tan solo algunos ejemplos
Para mantener un B. splendens individual, se recomienda un tanque con un mínimo de 4 litros (1 galón), si es que se va a mantener en un cuarto cálido. Un tanque más grande de 22 litros (5 galones) permitirá el uso de un calentador, para mantener una temperatura de 25-28°C (75-84°F). Sin embargo, como refieren algunos autores, el Betta Splendens puede vivir perfectamente en un espacio mínimo del tamaño de un vaso de agua. El piso del tanque deberá tener, por lo menos, una capa fina (con espesor de 5 mm o 0,25 pulgadas) de grava para incrementar el área de la superficie para que puedan colonizar las bacterias nitrificantes. Las decoraciones o escenarios pueden proveer de lugares donde ocultarse, son especialmente importantes cuando se mantengan dos machos en un tanques dividido, o cuando el betta este viviendo en un tanque comunitario. Las decoraciones deberán estar libres de áreas rugosas o puntas afiladas que puedan dañar las delicadas escamas del betta –por esta razón, se recomienda el uso de plantas fabricadas con tejidos en vez de las plantas de plástico–. Las plantas reales mejorarían la calidad del agua. El hecho de que sea de la familia Anabantidae hace que este pez no necesite filtro en un acuario, aunque es recomendable, ya que esta familia consigue el oxigeno respirando fuera del agua a través de un órgano llamado "laberinto".
Debido a la naturaleza agresiva de estas especies, los otros peces que compartan el tanque con los betta deben ser elegidos cuidadosamente, y no se deberá albergar a dos machos B. splendens en el mismo tanque, a menos que estén separados por una pared divisoria. Las hembras pueden o no coexistir pacíficamente en un mismo tanque dependiendo de su temperamento. Antes de albergar a un pez siamés peleador con otras especies, se debe investigar su compatibilidad, y el dueño deberá tener un plan alternativo donde albergar sus mascotas si la comunidad del tanque no funciona.
Reproducción
La reproducción del Pez Betta es cuanto más curiosa, aún no se conoce al cien por cien el comportamiento de estos peces, no obstante, se puede seguir una norma general para su reproducción:
Inicialmente deben separarse macho y hembra en distintos acuarios de tal forma que los peces no tengan contacto físico pero puedan verse. También es posible disponerlos en un mismo acuario pero separándolos con un separador de cristal o metacrilato ayudándonos de unas ventosas. En el mercado existen estos separadores.
En un momento dado el macho empezará a construir un nido de burbujas en la parte superior de su acuario.
Cuando el nido esté listo, se procede a juntar a los dos peces en el mismo acuario, aquí pueden suceder dos cosas: o bien el macho ataca constantemente a la hembra, en cuyo caso se procede separándolos y volviendo a intentar los pasos anteriores con otra hembra, por otro lado puede que el macho reciba bien a la hembra, en cuyo caso, si la hembra quiere, el macho procederá a abrazar a la hembra con sus aletas y su cuerpo formando una especie de bola.
Una vez unidos la hembra desovará en el fondo del acuario, donde el macho fertilizará seguidamente los huevos.
Cuando los huevos eclosionen, se retirará rápidamente a la hembra del acuario ya que, seguramente se coma los huevos y las crías, además el macho en estos momentos es muy susceptible de asesinar a la hembra.
El macho se encargará de cuidar a las crías.
Separe al macho cuando las crías naden de manera adecuada.
La coloración natural del B. splendens es un verde y marrón embotado, y las aletas de especímenes salvajes son relativamente cortas. Sin embargo, las castas en cautiverio han desarrollado las aletas largas y de colores vistosos.
En libertad, los peces siameses habitan el agua estancada o con movimiento lento, que incluyen planicies inundadas y arrozales, a temperaturas que están en el rango de 24–30°C (75–86°F). Son omnívoros aunque prefieren alimentarse como carnívoros, alimentandose con alimento vivo como zooplancton y larvas de mosquitos y otros insectos. Los B. Splendens crecen a un tamaño aproximado de 6 cm (2,5 pulgadas) y tienen un período de vida de aproximadamente 2 años.
Los peces siameses o combatientes del siam, se suelen denominar simplemente (aunque algo impreciso) por su nombre genérico, que en este caso se trata como un nombre común ("betta").
Comportamiento
Los comportamientos instintivos y adquiridos del B. splendens han sido ampliamente estudiados. Sus características respuestas agresivas pueden ser observadas al exponerlos a su propio reflejo en un espejo situado fuera del acuario. La capacidad de tornarse agresivos de esta manera, sin arriesgarse a un daño físico inherente a un conflicto real, convirtió a estos peces en populares objetos de estudio de etólogos y psicólogos comparativos interesados en el estudio de la agresión. Durante la década de los 70 se desarrolló una corriente de investigación del comportamiento agresivo de este pez, reducida recientemente, en parte por el surgimiento de nuevas técnicas de estudio de la agresión por parte de la sociobiología, y en parte porque se observó que, aun cuando no se provocaron daños histológicos, el incitar repetidamente respuestas agresivas podía tornarse en una fuente de tensión para los peces. Aun así, se obtuvieron resultados interesantes; por ejemplo, se demostró que la presentación de un estímulo de incitación a la agresión actúa como un estímulo incondicional en el condicionamiento clásico, y como un reforzamiento en el condicionamiento operante. Es como si el pez encontrara la oportunidad de atacar a otro pez presa.
En el acuario
Debido a los bellos colores y su fina estructura, los peces siameses peleadores son populares en los acuarios. En países asiáticos se han utilizado en deportes similares a las peleas de gallos, donde es necesario tener peces de aletas cortas. Pero en la actualidad, debido a una crianza selectiva, no es algo fuera de lo normal ver a machos con una variedad de colores y con diferentes formas de aleta. Los especímenes de B. splendens son criados con diversas formas de cola que varían desde la cola tipo vela hasta la muy deseada variedad con colas tipo "media luna" de 180°, donde aun poseen una gran gama de colores: veteado, camboyano, mariposa, y chocolate son tan solo algunos ejemplos
Para mantener un B. splendens individual, se recomienda un tanque con un mínimo de 4 litros (1 galón), si es que se va a mantener en un cuarto cálido. Un tanque más grande de 22 litros (5 galones) permitirá el uso de un calentador, para mantener una temperatura de 25-28°C (75-84°F). Sin embargo, como refieren algunos autores, el Betta Splendens puede vivir perfectamente en un espacio mínimo del tamaño de un vaso de agua. El piso del tanque deberá tener, por lo menos, una capa fina (con espesor de 5 mm o 0,25 pulgadas) de grava para incrementar el área de la superficie para que puedan colonizar las bacterias nitrificantes. Las decoraciones o escenarios pueden proveer de lugares donde ocultarse, son especialmente importantes cuando se mantengan dos machos en un tanques dividido, o cuando el betta este viviendo en un tanque comunitario. Las decoraciones deberán estar libres de áreas rugosas o puntas afiladas que puedan dañar las delicadas escamas del betta –por esta razón, se recomienda el uso de plantas fabricadas con tejidos en vez de las plantas de plástico–. Las plantas reales mejorarían la calidad del agua. El hecho de que sea de la familia Anabantidae hace que este pez no necesite filtro en un acuario, aunque es recomendable, ya que esta familia consigue el oxigeno respirando fuera del agua a través de un órgano llamado "laberinto".
Debido a la naturaleza agresiva de estas especies, los otros peces que compartan el tanque con los betta deben ser elegidos cuidadosamente, y no se deberá albergar a dos machos B. splendens en el mismo tanque, a menos que estén separados por una pared divisoria. Las hembras pueden o no coexistir pacíficamente en un mismo tanque dependiendo de su temperamento. Antes de albergar a un pez siamés peleador con otras especies, se debe investigar su compatibilidad, y el dueño deberá tener un plan alternativo donde albergar sus mascotas si la comunidad del tanque no funciona.
Reproducción
La reproducción del Pez Betta es cuanto más curiosa, aún no se conoce al cien por cien el comportamiento de estos peces, no obstante, se puede seguir una norma general para su reproducción:
Inicialmente deben separarse macho y hembra en distintos acuarios de tal forma que los peces no tengan contacto físico pero puedan verse. También es posible disponerlos en un mismo acuario pero separándolos con un separador de cristal o metacrilato ayudándonos de unas ventosas. En el mercado existen estos separadores.
En un momento dado el macho empezará a construir un nido de burbujas en la parte superior de su acuario.
Cuando el nido esté listo, se procede a juntar a los dos peces en el mismo acuario, aquí pueden suceder dos cosas: o bien el macho ataca constantemente a la hembra, en cuyo caso se procede separándolos y volviendo a intentar los pasos anteriores con otra hembra, por otro lado puede que el macho reciba bien a la hembra, en cuyo caso, si la hembra quiere, el macho procederá a abrazar a la hembra con sus aletas y su cuerpo formando una especie de bola.
Una vez unidos la hembra desovará en el fondo del acuario, donde el macho fertilizará seguidamente los huevos.
Cuando los huevos eclosionen, se retirará rápidamente a la hembra del acuario ya que, seguramente se coma los huevos y las crías, además el macho en estos momentos es muy susceptible de asesinar a la hembra.
El macho se encargará de cuidar a las crías.
Separe al macho cuando las crías naden de manera adecuada.
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